Desde El Búnker
Alberto Osorio
Viernes 03 de enero de 2025.- En la exvilla maicera la delincuencia se apodera de amplias zonas del primer cuadro de la ciudad. Da la impresión de que los criminales gozan de la protección de la Policía, o que los gendarmes son parte de la estructura de inseguridad que golpea a los ciudadanos. Hay zonas donde el hampa tiene vía franca para robar o delinquir, sin que nadie marque un alto.
A sólo tres calles de la presidencia municipal, por el rumbo de El Colegio de Jalisco, o en las inmediaciones del hospital “Valentín Gómez Farías” del ISSSTE, en el cuadrante que corresponde a avenida Hidalgo, Américas, 5 de Mayo y Mixtón, las calles les pertenecen a los ladrones. Pacientes, familiares de personas hospitalizadas, personal médico del referido nosocomio o visitantes al primer cuadro de la exvilla maicera sufren en forma frecuente todo tipo de robos.
Operan en sistema; los delincuentes saben en qué momento actuar y en qué momento desaparecer. Entre el botín que se llevan prevalecen computadoras de carro que cuestan hasta 35 mil pesos, espejos retrovisores, autopartes diversas, cascos de motos, mochilas, laptops o cualquier cosa que puedan robar o sustraer del interior de los vehículos estacionados en esa área.
En el lugar, con frecuencia se observa a uniformados pertenecientes la Comisaría de Seguridad, pero ellos mismos reconocen que les resulta imposible cuidar la zona dado que el cuadrante que les mandan a vigilar es extremadamente amplio y “no se dan abasto para atender la zona”, a pesar de que conocen plenamente del problema que vive la ciudadanía.
En una sola palabra, la policía no puede; y ante cualquier queja de los ciudadanos, ellos se lavan las manos y piden que los afectados primero acudan a presentar su denuncia ante la Fiscalía del Estado de Jalisco, a sabiendas de que, en Jalisco, 99 por ciento de los ilícitos relacionados con asuntos de despojo quedan impunes y que la mayoría de los afectados optan por mejor no denunciar, porque el hacerlo, además de perder horas por la burocracia, de nada sirve.
En 2022, en todo Jalisco sólo se sentenció a tres personas por el delito de robo de autopartes. En 2023 únicamente se procedió en contra de una persona.
Delincuentes o agentes, los dueños de la calle
La mañana, madrugada, tarde o noche, cualquier momento es bueno para dar “el golpe” a sabiendas de que hay control de la zona y que los delincuentes pueden actuar sin ser molestados. Lo más paradójico de todo ello es que quienes conocen el modus operandi de los criminales, son los propios policías, los vendedores callejeros, los taqueros o los “viene-viene”.
Pero por si eso fuera poco, el Ayuntamiento de Zapopan, encabezado por el alcalde emecista Juan José Frangie, dispone de varios empleados cuya única encomienda -durante el día- es infraccionar a todos aquellos vehículos estacionados en ese cuadrante que no paguen el servicio de estacionómetro en la vía pública, sin importar la falta de estacionamientos en la zona o el alto costo de ese tipo de servicio en ese rumbo.
Ojalá así como llegan de rápido los que infraccionan, hasta en las calles más solas, así llegaran a vigilar la zona y evitar robos. Un sistema de esos hace falta, no para multar, pero sí para vigilar y combatir a la delincuencia, que a todas luces es la que manda.