Miércoles 06 de marzo de 2024.- Alfaro y Lemus ya agarraron pleito por las diferencias en la aplicación del mal llamado programa de “Verificación Responsable”. Lemus en forma inteligente y en afán de subir puntos en su campaña por la gubernatura, ante el pánico que ocasiona a los emecistas el avance de Morena, decide deslindarse de esa iniciativa que no es otra cosa que una propuesta eminentemente recaudatoria del gobierno alfarista.
Para nadie es un secreto que la mayor parte de las ganancias de la verificación termina en manos de particulares y que las mejoras a la calidad del aire no se ve por ninguna parte.
Según los datos reportados por el propio gobierno del estado y cuestionados en forma certera por el exrector de la Universidad de Guadalajara, Víctor Manuel González Romero, el fracaso de la verificación se respira en el aire de la zona metropolitana.
La verificación se ha convertido en una propuesta de carácter persecutoria, tanto así que el gobierno de Jalisco decidió sacar a la calle el llamado “Escuadrón Verde”, bautizado en forma sarcástica por el monero “Qucho” como el “Escuadrón Muerde”.
Dice Alfaro que el intentar echar para atrás la verificación es una “ocurrencia” en medio de la campaña para las elecciones del 2 de junio, pero se abstiene de mencionar el nombre de Pablo Lemus. En el Rostro de Enrique se ve la molestia.
Asegura eso le costaría al gobierno estatal una pérdida de más de mil 300 millones de pesos. Y defiende su proyecto al argumentar que esa iniciativa en favor del medio ambiente, fue aprobada por todos los diputados (excepto los del PRI), lo que nunca dice (algo que todo mundo sabemos), es que él maneja a ese Congreso, y no sólo a sus diputados de MC, también los panistas y a veces los morenistas –ya no tanto- le dieron su aval para todas sus ocurrencias.
Alfaro se niega a reconocer que se trata de una ley injusta, que mantiene azorados a más del 80 por ciento de los propietarios de vehículos.
En el afán de defender a su gobierno Alfaro, es incapaz de entrar a la discusión de los detalles finos o no admite el fracaso de la verificación. Menos reconoce que la ley a la que hace referencia, es la mejor muestra de la visión absolutista de un mandatario que impone su voluntad y sus caprichos sobre el Poder Legislativo y el Judicial.
Seguro Alfaro nunca se imaginó que el rechazo a la verificación saliera del propio candidato de MC, Pablo Lemus. Seguro que el equipo de Lemus ya valoró que lo peor que puede hacer el candidato naranja es retratarse junto a Alfaro o festejar las bondades de una iniciativa que la mayoría de la población repudia.
En Jalisco más del 70% de los 4 millones de vehículos que circulan, son carros de modelos atrasados y con pocas posibilidades de pasar la verificación, en donde se revisa hasta las llantas de cada unidad.
Seguro Alfaro no quiere entender que MC podría convertirse en un partido chatarra en las elecciones del 2 de junio por los abusos cometidos en nombre de la verificación.
Sería bueno que el mandatario explicara a qué funcionario se le ocurrió ofrecer a los propietarios de carros de modelo atrasado 20 mil pesos para mandarlos a la chatarra.
Ningún propietario de un carro modelo 1996 o 2002, que funciona para el movimiento del negocio, para hacer el trabajo o para el traslado aceptará vender su carro por 20 mil pesos.
El simple comparativo entre el gobierno alfarista y otra administración emanada de MC, como ocurre con el gobierno de Samuel García, en Nuevo León demuestra que desde el año 2022 el Congreso de aquella entidad decidió que la verificación vehicular sería “gratuita y voluntaria”.
Por desgracia para Alfaro y su gobierno, además del programa recaudatorio de la verificación vehicular, existe otro tema incómodo que pesa sobre los emecistas y priistas, que fueron los que la iniciaron.
Se trata del robo de 50 centavos en el uso del transporte público con las llamadas alcancías rateras que no dan cambio. Una medida que se inició en pasadas administraciones, pero que el actual gobierno lejos de solucionarla, la mantiene en toda su gestión, lo que retratan de cuerpo entero a un gobierno que se dice ciudadano y que realmente está lejos de las necesidades del pueblo.
