Desde el Búnker
Alberto Osorio
Jueves 12 de diciembre de 2024.- Apenas van seis días de su administración y los delincuentes le hace saber al gobernador Pablo Lemus; a través de tres narcobloqueos, registrados después de un operativo de fuerzas federales en la región Altos Norte, el miércoles por la noche; quién controla la plaza o al menos, quiénes son los que se disputan un territorio, donde se libra una lucha encarnizada entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa, en una parte de México que incluyen amplias zonas de Zacatecas, Aguascalientes o Guanajuato.
El expresidente de Coparmex –hoy gobernador- Pablo Lemus, tiene dos opciones, además de seguirse poniendo de cabeza por la mañana, fingir que no pasa ni ve nada y dejar todo bajo el argumento que el combate a la delincuencia organizada es un asunto que solo compete a la autoridad federal, como siempre lo hizo Alfaro cuando le convenía, o fajarse y apretarse bien los pantalones y empezar a marcar la recuperación del territorio en beneficio de la tranquilidad de los vecinos y de la pacificación de las diferentes regiones de Jalisco.
Si acaso Lemus lograra marcar agenda en el objetivo de pacificar a Jalisco, seguro que después de ser un gobernador electo despreciado o un mandatario con el que la presidenta no se quería reunir, seguro lo tendrán que buscar para conocer sus estrategias de combate a la delincuencia y a la inseguridad.
Apenas el martes Lemus presumía su foto con la doctora Claudia Sheinbaum y hablaba del compromiso firmado por los 31 gobernadores en la reunión encabezada por la presidenta de México, en materia de seguridad. Ya vimos a Lemus en redes sociales y en el discurso junto a Claudia Sheinbaum, es hora de verlo en acción, y no precisamente parado de cabeza, como se presumió en un video.
No puede ser posible que sean los propios vecinos de los municipios afectados por los narcobloqueos o por la inseguridad los que armen sus protocolos de seguridad y opten por establecer una especie de toque de queda, en lugares donde las calles quedan solas, por la noche o después de graves incidentes, porque todo mundo prefiere resguardarse en sus casas, mientras las autoridades locales y municipales optan por aplicar la operación “avestruz”.