El tema es motivo de vergüenza. Gracias a la detección de sus “tejidos blandos”, acaba de ser encontrado en la colonia Miguel Hidalgo en Zapopan, el cuerpo de Itxell Pamela, una mujer quien tenía 3 meses de embarazo y que desapareció desde hace 3 años. Hablar de la aplicación de nuevas tecnologías suele ser motivo de entusiasmo, pero en este caso es todo lo contrario. Que la Comisión de Búsqueda tenga que recurrir a tecnologías como detectores eléctricos de tejido blando, drones térmicos para identificar tierra removida y drones que analizan la salud de la vegetación, no es motivo de orgullo, por el contrario. Eso exhibe negligencia e incapacidad de las autoridades en la búsqueda de desaparecidos, una tragedia que arrastra a miles de familias.