Redacción Revista CG
Jueves 18 de julio de 2024.- El Gobierno de Jalisco elude su responsabilidad en el tema del caso de la joven María Guadalupe Alcalá Macías, cuyo cuerpo fue entregado a su madre apenas el pasado 17 de julio, ocho años después de haber sido ingresado al Servicio Médico Forense con huellas de violencia.
Dice la autoridad que esto se debió a las malas prácticas del pasado en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), las cuales según su versión, son subsanadas gracias al Centro de Identificación Humana.
Sin embargo, en su aclaración, señala que después de la exhumación del cuerpo de Lupita, en mayo de 2022, se empezaron a llevar a cabo las técnicas especializadas que fueron las que empezaron a “generar condiciones adecuadas para una identificación fehaciente y científica”. Es decir, más de dos años después de haber sacado el cuerpo.
La explicación:
El caso referido data del año 2016, cuando el cuerpo de la joven ingresa a las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses; como ya es de conocimiento público, durante la pasada administración se registraron distintos casos de cuerpos a los que, tras la presunta elaboración de un archivo básico, se les dispuso en distintas instalaciones, en este caso en particular la inhumación se realizó en el Panteón de Coyula, en Tonalá.
Al inicio de la presente administración, desde el proceso de entrega recepción, se dio cuenta de distintas irregularidades en los procesos realizados por las entonces autoridades del IJCF; estas anomalías fueron documentadas e integradas en una carpeta que se hizo llegar a la Contraloría Estatal y a las que se les dio seguimiento jurídico puntual.
En el plano operativo, durante los últimos años de la anterior administración, la inhumación realizada a decenas de cuerpos en el Panteón de Coyula, no cumplió con lo establecido en la norma en todos los casos, en este en particular, el expediente básico y el procedimiento realizado no permitió realizar un proceso de identificación puntual, y no fue hasta la exhumación de su cuerpo que se realizó el pasado 26 de mayo de 2022, que a través de técnicas especializadas se comenzaron a generar las condiciones adecuadas para una identificación fehaciente y científica.
Como se recordará, en el año 2022, se exhumaron 240 cuerpos de Personas Fallecidas sin Identificar del Panteón de Coyula, en un procedimiento inédito y acompañado por colectivos y autoridades especializadas en la materia de distintas áreas, con la firme intención de subsanar las malas prácticas que se realizaron en el pasado y de cumplir con el compromiso legal y moral de reintegrar a cada persona desaparecida con sus familiares.
A partir de la exhumación del cuerpo de María Guadalupe, comenzaron a realizarse los trabajos interdisciplinarios del Centro de Identificación Humana, y fue precisamente gracias a esta labor que, tras el análisis multidisciplinario, y la investigación científica, se pudo contactar a la familia de María Guadalupe, para tomar una entrevista y una muestra referencial; con el objetivo de poder integrar esta información y lograr la identificación multidisciplinaria y la restitución de su cuerpo a los familiares de la joven, lo anterior dentro de un marco legal y científico.
“Entendemos la complejidad de esta historia, compartimos la indignación que genera un proceso tan tortuoso y doloroso para los familiares, y es precisamente por este tipo de situaciones anómalas que se realizaron en el pasado, que esta administración le ha destinado total atención al tema no solo en el discurso, sino con una inyección presupuestal histórica que hoy permite contar con un Centro de Identificación Humana que opera el sistema multidisciplinario, con técnicas científicas y especializadas de vanguardia, con un personal altamente capacitado y con la firme convicción de que no se repitan casos como el de María Guadalupe”, señala el boletín oficial.
Una historia de negligencia; le entregan en Semefo el cadáver de su hija 8 años después