Desde El Búnker
Alberto Osorio
Miércoles 27 de noviembre de 2024.- Tarde, pero por fin reacciona Lemus. Era imposible creer que el gobernador saliente, Alfaro, se atreviera a marcar el destino político de su próxima administración y apostara por otro sexenio de conflicto entre Jalisco y el gobierno federal.
A Lemus le urge que ya se vaya Enrique Alfaro y que llegue el día 06 de diciembre, día en que se convertirá en gobernador constitucional y que por fin pueda ser recibido por la presidenta Claudia Sheinbaum, tal como se lo prometió en un polémico encuentro, con valla de por medio, entre Lemus y la presidenta.
Por fin Pablo pasa por encima de la opinión de Alfaro y aclara que Jalisco no saldrá del pacto fiscal federal, y lo hace después de reunirse con encumbrados legisladores de Morena, entre ellos el senador Ricardo Monreal. Seguro que Lemus no puede fingir ingenuidad con relación a los graves problemas que deja Alfaro: Jalisco, primer lugar en desaparecidos, primer lugar deuda pública, con la presencia de una de las más temibles organizaciones criminales como lo es el CJNG, con el río (Santiago) más contaminado de todo el país y con carreteras hechas un desastre y una zona metropolitana colapsada y en un lugar donde proliferan los incendios de grandes negocios, sin que nadie pueda explicar a qué se debe.
Todo hace sugerir que Alfaro, más allá de sus bravuconadas, lo que quiere es llamar la atención, para armar una cortina de humo y de impunidad en el marco de su salida y que algunos analistas consideran que las últimas jugadas de Alfaro desde Casa Jalisco es para perfilar una eventual campaña por la presidencia de México.
Es tiempo de ver de qué está hecha la coraza política de Pablo Lemus y qué tanto olfato tiene para revertir la poca empatía que hasta ahora se ha visto de parte de la presidenta Sheinbaum hacia él. Lemus deberá entender que gobernador de Jalisco es sólo uno y que no es con bravuconadas como se puede acceder al mutuo entendimiento con la mujer que ahora gobierna el país.
