La estrategia “brutal” de compra de votos para distribuir las “cuotas” en beneficio de MC y sus socios, no tiene límite en los reacomodos del Poder Judicial y el Legislativo. El gobierno alfarista somete a sus caprichos a la supuesta oposición en el Congreso, quienes aprobaron, además de la polémica designación de magistrados, una reforma para garantizar la llegada a la secretaría General del Congreso, a Eduardo Martínez Lomelí, un abogado de muy bajo perfil y casi nula experiencia, pero absolutamente fiel al alfarismo, por encima de Pablo Lemus. Varias de las iniciativas aprobadas a quemarropa cuentan con el aval de diputados morenistas como Tomás Vázquez Vigil, Mayra Zárate o Mizraim Alonso, recién expulsados de la bancada. Para nadie es un secreto que hubo una jugosa negociación en las últimas aprobaciones, pero ¿de cuánto o a cambio de qué pagaron los naranjas ese favorcito? O ¿A poco usted cree que fue de gratis?