Desde El Búnker
Alberto Osorio Méndez
Miércoles 06 de diciembre de 2024.- De poco le sirve a Alfaro la costosa campaña publicitaria en aquellos medios tradicionales y digitales que no son capaces de cuestionarlo ni con el “pétalo” de una hoja, y que lo colocan como el mandatario de la gran popularidad que nunca fue.
Enrique vivió casi sus seis años como un gobernador con calificaciones mediocres, apenas arriba de cuatro puntos sobre diez. El mejor reflejo de eso es la reciente encuesta aplicada por el equipo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, aplicada a un mes de la llegada al cargo, en donde Alfaro aparece en los primeros lugares, pero de los gobernadores peor calificados en todo el país.
En el “sótano” se coloca al polémico Rubén Rocha, gobernador morenista de Sinaloa, el que no sabe cómo parar la guerra desatada entre “Los Chapitos” y “La Mayiza”, tras la presunta traición de los hijos del “Chapo” Guzmán contra Ismael “El Mayo” Zambada, de quien aseguran fue traicionado y entregado a EU por los hijos del “Chapo”.
Le sigue el mandatario de Michoacán, Alfredo Ramírez. Otro morenista quien da la impresión de que está doblado por la presencia y la guerra de las bandas del crimen organizado y son esos grupos los que controlan gran parte de la economía o los ciclos de la producción agropecuaria, en un tema que “truena” a mieles de productores.
En el tercer lugar de la galería del terror aparece la gobernadora panista de Guanajuato, Libia Denisse García, quien no sabe cómo responder a la escalada de violencia desatada por los criminales dedicados al robo de hidrocarburo y las derivaciones del jugoso negocio del “guachicol”, puesto de moda en la era priista y que hasta la fecha prevalece.
El Colmo es que hace unas semanas los delincuentes parece que inauguraron una nueva fase de control de plaza a través de acciones que bien pueden ser consideradas como terrorismo, con la detonación de potentes coche-bombas que cimbraron a todo Guanajuato, en un asunto en donde los diputados y senadores de PAN prefieren guardar silencio.
En el lugar número cuatro de los peor calificados, luce Enrique Alfaro Ramírez, emanado del Partido Movimiento Ciudadano, y gobernador de Jalisco del estado en donde sentó sus reales, desde hace varios sexenios, el CJNG y gracias al consentimiento o negligencia de gobernantes del PAN y del PRI. Este es el más peligroso y poderoso grupo criminal de todo México, encabezado por Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, uno de los líderes del narcotráfico más buscados.
En Estados Unidos se ofrecen 10 millones de dólares como recompensa para quien ayude a su captura. Mientras, en Jalisco “El Mencho” es una especie de fantasma que pobladores o autoridades saben de su paso por rancherías o poblaciones del sur, de la costa, de la ribera de Chapala o de la región norte o de cualquier lugar, sin que nadie lo pare.
Alfaro optó por bajar los brazos y deslindar toda la responsabilidad de la persecución, la presencia o la acción del CJNG en esta entidad, hacia el gobierno federal, a pesar de que en Jalisco sólo unos cuantos municipios pueden asegurar que no están penetrados por el narco o las bandas de criminales.
El principal fracaso del gobierno de Alfaro tiene que ver con el tema de los desaparecidos; Jalisco se ubica en trágico primer lugar sobre el número de personas no localizadas a nivel nacional.
Otras pifias de su mandato, tienen que ver con ideas locuaces que ahora Alfaro prefiere ya no recordar como el tema de la refundación de Jalisco y el nuevo pacto fiscal que terminaron en un fracaso rotundo, dos proyectos a todas luces ilógicos que sólo le sirvieron para sus “bravuconadas”.
A pesar de ese panorama, apenas hace unos meses, Consulta Mitofsky lo coloca como uno de los diez mandatarios mejor posicionados. Pero la empresa de Roy Campos no dice cuánto paga Alfaro por gozar del espejo mágico que usaba la madrastra de “Blancanieves”. ¿Acaso alguien sabe cuánto cuesta esa mención en su favor?