Jueves 14 de marzo de 2024.- “Raúl Padilla fue sin duda uno de los políticos más completos que ha tenido Jalisco y que hayamos sido adversarios no me impide reconocerlo”.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, reconoce públicamente sus diferencias con Raúl Padilla López, pero, por primera vez en un acto público, se inclina ante la imagen del desaparecido exrector y pide disculpas a la comunidad universitaria, por sus dichos durante más de dos años de conflicto.
Este discurso lo ofreció el mandatario este jueves en la firma de la publicación de la Iniciativa de Presupuesto Constitucional para la Universidad de Guadalajara, donde dijo también que: “A partir de hoy, 14 de marzo del 2024, termina un ciclo e inicia uno nuevo para la Universidad de Guadalajara y para su relación con el Gobierno de Jalisco. Este presupuesto constitucional es histórico y haberlo hecho realidad es uno de los más grandes honores de mi vida”.
Un acto que se signa a punto de cumplirse un año del suicidio de Padilla López, en el marco de su reconciliación con la Universidad de Guadalajara después de más de dos años de conflicto político también con el rector, Ricardo Villanueva Lomelí.
Aquí el discurso íntegro de Alfaro, donde reconoce a Padilla López, a Ricardo Villanueva y pide disculpas a los grupos universitarios que pudo haber ofendido en el marco de este conflicto:
“Durante distintos momentos de mi carrera política sostuve esta idea y lo hice de frente. No fue fácil hacerlo y hubo episodios en los que mi convicción estuvo a punto de costarme mi futuro. Tenía enfrente a un personaje de una enorme capacidad política, una inteligencia aguda y una determinación a prueba de todo. Raúl Padilla fue sin duda uno de los políticos más completos que ha tenido Jalisco y que hayamos sido adversarios no me impide reconocerlo.
Entiendo el papel tan relevante que tuvo en la construcción de un nuevo modelo universitario que es hoy la base de la universidad que necesitamos para el futuro. Pero teníamos una profunda diferencia sobre el papel que la universidad debería tener en la arena política.
Hubo también momentos y circunstancias en las que pudimos generar diálogo y una mayor cercanía. Pero la tensión y la desconfianza siempre prevaleció simplemente porque en el fondo defendíamos convicciones diferentes. Los dos queríamos a nuestra universidad estoy seguro. Pero cuando asumí la responsabilidad de ser Gobernador pude confirmar que el modelo de articulación institucional y política que se había creado durante 30 años estaba agotado y comprometía la gobernabilidad de Jalisco.
Por eso en Agosto de 2021 tome la decisión de iniciar el camino que nos permitiera reconstruir la relación de la Universidad con los poderes públicos del estado. La historia todos la conocemos: fue una etapa dura y difícil para Jalisco y para la Universidad. Cualquier cambio de esta magnitud tenía que serlo.
Desde el primer momento comprendí las implicaciones de mis decisiones y lo asumí con seriedad y firmeza. Me costaba aceptar que el debate público parecía reducirse a una cuestión presupuestal incluso a la realización de un museo. Si acaso se profundizaba un poco se discutía sobre los conceptos de autonomía universitaria y soberanía de los poderes públicos a partir de posturas intransigentes de las partes.
Y si se trasladaba el debate a la calle – las marchas y las manifestaciones de un lado y de otro- la simplificación del problema se hacía más grave. Ver mi nombre señalado en mantas y pancartas como alguien que quería lastimar a mi universidad puso a prueba mi entereza en más de una ocasión.
Sirva la ocasión hoy para expresarles a todos aquellos dirigentes universitarios que en medio de esta circunstancia pudieron sentirse ofendidos por mis palabras o por mis hechos, les expreso hoy mi respeto y pongo sobre la mesa toda mi voluntad para reconstruir nuestra relación de cara al futuro.
Espero que hoy se entienda con claridad que contrario a lo que se veía en la superficie, lo que yo hice fue una apuesta de fondo que no era negociable: había que cerrar un ciclo e iniciar uno nuevo basado en el respeto, la solidaridad y el diálogo entre las instituciones de Jalisco. Por eso no podía doblegarme; era mucho lo que estaba en juego.
Y fue así que a partir de circunstancias que nadie hubiéramos imaginado, se abrió una oportunidad para lograr poner fin al conflicto y decidimos no desaprovecharla. Por eso hoy puedo decir con orgullo que hicimos lo correcto y que aún sin imaginar el camino que nos tocaría transitar estos años y con plena conciencia de todo lo que sucedió para llegar hasta aquí, lo que vamos a hacer hoy hace que todo haya valido la pena.
No puedo dejar de reconocer el papel del Rector Villanueva en este proceso. Su lealtad a sus convicciones y al equipo en el que se formó políticamente lo hicieron estar al frente de una batalla política que en muchos momentos fue ruda. Lo hizo bien y con entereza, a veces de más y aún cuando eso nos confrontó directamente, Ricardo tuvo la madurez y la visión para entender que había llegado el momento de retomar el diálogo y construir un acuerdo por el bien de la Universidad y del estado”.
