Hace apenas unos días el único de los elevadores que funcionaba en el Hospital Ayala del IMSS les hizo saber a los responsables de mantenimiento y al personal de salud, que ya no podía más. Con su falla, dejó de manifiesto la advertencia de una posible tragedia. La máquina atrapó -por un buen rato- a 11 personas. Vale la pena recordar también, que desde hace rato, los medios dan fe de la proliferación de ratas de gran tamaño que pululan en los drenajes de ese hospital. Además de esas escenas, se comprueba que hoy algunos pacientes son acomodados en el suelo para darles atención. Pregunta obligada, ¿a caso los médicos no saben del riesgo de contagio de una grave enfermedad intrahospitalaria al permanecer los pacientes en el suelo? y ¿qué hay de los protocolos de atención médica?