Desde El Búnker
Viernes 18 de octubre de 2024.- Apenas corrió la primera quincena de la administración morenista que encabeza Laura Imelda Pérez Segura, en San Pedro Tlaquepaque, y la nueva alcaldesa ya descubrió que el clan encabezado por María Elena Limón y Citlalli Amaya, las dos exalcaldesas naranjas, le dejaron una “bomba de tiempo” en la administración.
La primera gran duda que surge ahora es quién, porqué y para qué se hackeó la nómina del ayuntamiento en la primera quincena del gobierno de Pérez Segura, algo que provocó retraso en el pago del sueldo de más de 3 mil 455 empleados de la comuna. Una situación por la que la actual administración informó que se presentarían las denuncias correspondientes y donde se destacó “la responsabilidad de la administración anterior, que no realizó un adecuado proceso de entrega”.
Antes de ello, casi a punto de finalizar el gobierno de la señora Amaya, quien se negaba a entregar la administración y se tuvo que solicitar la entrega-recepción a través de un tribunal, el gobierno saliente se dio tiempo para promover la basificación a decenas de empleados que se dijeran afines a los intereses de Citlalli Amaya y de María Elena a cambio de ese beneficio.
Seguro que para estos momentos ya le quedó claro a Laura Imelda que le dejaron una “bomba de tiempo”, con un ayuntamiento sin recursos para operar y con el riesgo de que, en cualquier momento, esos empleados ya basificados por el gobierno naranja, le pueden detonar un paro de labores bajo cualquier pretexto o al menos entorpecer la prestación de los servicios a la población.
La misma Imelda Pérez Segura reconocía, antes de su toma de posesión, de la existencia de cientos de “aviadores” en diversas dependencias municipales y llamaba la atención sobre el número de agentes de seguridad que estaban comisionados y que no se encontraban en el cumplimiento de sus funciones como policías. Pregunta obligada es saber si la nueva alcaldesa, ¿ya pudo ubicar a cerca de 900 “aviadores” o sigue sin dar con ellos?
San Pedro Tlaquepaque, es reconocido por los grandes cacicazgos que se han generado en ese municipio desde hace varias décadas. El más grande, polémico y temido fue el desarrollado por Alfredo “El Güero” Barba Hernández, eterno líder de la CROC y quien durante un buen tiempo era visto como el dueño de la “comarca” alfarera.
Lo que muy pocos imaginaron es que MC iba a llegar para generar su prototipo de cacicazgo, encabezado por una mujer que entre los naranjas la citan como “La Jefa”.