Desde El Búnker
Lunes 14 de octubre de 2024.- Este fin de semana, el rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) hizo circular en redes, la foto de su visita a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Ricardo Villanueva Lomelí, lejos de querer presumirse como el hombre de Jalisco con mayor cercanía a la presidencia, incluso por arriaba de Pablo Lemus o de Enrique Alfaro, busca mandar un mensaje de tranquilidad a la manada de la UdeG y sus antes enemigos de Casa Jalisco. En el fondo, lo que dice Ricardo con esa foto, es que vienen cambios en la rectoría de la UdeG.
Mario Delgado -el antes poderoso hombre de Morena, requiere de refuerzos en la subsecretaría de Educación y, desde Palacio Nacional, ya vieron a Ricardo.
Pero antes de irse, Villanueva tiene tres grandes pendientes: Perfilar quién quedará como encargado del despacho y garantizar el desarrollo de un proceso interno de sucesión en calma, con el mejor perfil que responda a los grupos internos sin pleitos, donde ya se anota a tres mujeres y seis hombres, en un proceso en el que cualquiera de ellos puede sucederle en el cargo.
Otro gran pendiente, es cómo hacer para evitar que el alfarismo quiera detonar la sucesión al interior de la UdeG y esa corriente política, pretenda convertirse en el “Caballo de Troya” contra el legado del desaparecido Raúl Padilla López y pasar por encima de los 30 años de la Red Universitaria de Jalisco y de la autonomía de la casa de estudios.