Desde El Búnker
Miércoles 03 de julio de 2024.- “Vamos a arreglar el problema, lo único que se necesita es atención. Lo que pasa es que son obras que a los gobernantes no les interesan porque no lucen, no son para salir en la foto”, así declaraba en 2015 el ahora gobernador Enrique Alfaro Ramírez, cuando iniciaba como alcalde de Guadalajara y prometía combatir el problema de las inundaciones. Que lejos estaba no sólo de incumplir en ese municipio, también años después como mandatario de Jalisco, en todo el estado.
Si bien los fenómenos meteorológicos no se pueden controlar desde el punto de vista natural, sí se pueden prevenir sus afectaciones con acciones preventivas a corto, mediano y largo plazo con obras, proyectos y estrategias, como es la obligación de un gobierno, llámese municipal o estatal, e incluso federal, cuando toman la responsabilidad de gobernar.
Lo primero que dijo Alfaro cuando llegó a Guadalajara es que iba a solucionar las inundaciones, una situación que empeoró con la proliferación de fraccionamientos sin planeación que impermeabilizan grandes calles y avenidas y evitan el cauce natural del agua, esto además de los obstáculos en las llamadas ciclovías, donde instalan bloques de concreto que no se ven a la hora de las inundaciones y bloquean a automovilistas.
Los emecistas, al igual que lo hicieron antes los priistas y panistas, pasan por la administración sin dar solución a las grandes inundaciones sobre todo en zona metropolitana de Guadalajara, y la mejor muestra queda al descubierto con las últimas tormentas que han paralizado la ciudad, como la tromba que cayó esté martes en Guadalajara y Zapopan que provocó la caída de al menos 200 árboles, sin contar los pasos a desnivel y las avenidas colapsadas.
Ante la incapacidad de las autoridades, las personas ponen indicadores de riesgo precisamente en los pasos a desnivel, al marcar el nivel al que llega el agua en esos puntos, para que los automovilistas sean conscientes del peligro que representa circular por esas vías cuando llueve y tomen precauciones.
Ahora, ante la más reciente afectación de medio centenar de casas en Villa Fontanta por la tormenta del pasado martes, este fue el último post del gobernador respecto a las lluvias: “No podemos predecir la fuerza de la naturaleza, pero lo que sí podemos hacer es reaccionar de manera oportuna para cuidar a nuestra gente y trabajar a tope para restablecer la normalidad lo más pronto posible”.
Y entonces la pregunta obligada… ¿Y la prevención?